Matrimonio

Todo comienza a través de la fe de Dios. Los trabajos que emprendemos, los proyectos que comenzamos, las decisiones que tomamos y el sueño que somos capaces de conciliar cuando oramos antes de ir a dormir. Sin embargo, una de las génesis más hermosas y puras que existen, es la de un hombre y una mujer a través del lazo inquebrantable y eterno del sagrado matrimonio.

Dios hizo al hombre y a la mujer, a su semejanza para que estos pudieran unirse gracias al nexo nupcial con el fin de concebir la creación de la familia, los hijos, los padres y sus descendientes, así como los antecesores que estuvieron antes que ellos y les permitieron llegar hasta donde están.

Las oraciones matrimoniales, son una parte esencial de la relación que toda pareja debe mantener para sí misma y para con Dios y la Iglesia. Es una manera de volver a la casa del Señor y ser testigos, así sea por un breve momento, de la bendición que significó uno de los momentos más icónicos y seguramente inolvidables de todas sus vidas. Es una manera de dar gracias por hacernos hombres y mujeres de bien, capaces de amar, capaces de reconciliarnos y de concebir los más bello y hermoso que existe, como es la familia.