Oración para hermanos
Señor mío, dueño de toda forma de vida:
Testigo fiel fuiste desde el momento que me permitiste ser concebido en el vientre de mi madre, testigo fuiste del momento que llegué a este mundo, e incluso ahora, eres testigo de este momento en el que vengo a ti con esta corta pero necesaria oración:
Así como me viste nacer, también viste nacer a aquellos con los cuales comparto lazos de sangre. Sí mi Dios: oro por mis hermanos.
Dentro de lo diferente que podamos o creamos vernos, sabes que somos mucho más iguales por dentro, que por todo lo que en común tenemos.
He de pedirte por todos y cada uno de ellos:
Por mis hermanos mayores, para que sus consejos, la compañía que me dan, los momentos que me dedican y en los que recibo sus reconocimientos, y hasta esos momentos en los cuales recibo sus reprimendas… nunca me falten, porque con todo ello crezco y en cierto modo me formo.
También te pido por mis hermanos menores, porque es a mí quien corresponde orientarlos, acompañarlos, guiarlos y hasta corregirlos de ser necesario para que sean personas sencillas y dignas.
En fin, te pido por todos ellos. Que mi amor, mi comprensión, y mi cariño no pueda faltarles nunca; y que todo cuanto haga cada día, sirva de ayuda a ellos, para demostrar así que no pienso defraudar a la sangre.
Todo sea por gracia tuya y calma mía… Amén.