Dios quiere que su pueblo se comunique con El, para ello Él nos enseñó la oración.
Es por ello que debemos ser agradecidos por tener esta maravillosa bendición que es la oración, pues con ella hablamos con el Señor y el siempre nos escucha, sin embargo, escuchar o reconocer su respuesta es un asunto totalmente diferente el cual requiere esfuerzo.
Si Dios realmente no escuchase nuestras suplicas entonces orar no tiene sentido, pero debes entender que El si escucha, solo que para lograr llegar a entender cómo comunicarnos realmente en oración con él Altísimo, es necesario reconocer respuestas y avanzar con fe.
Oración de Guía
¿Has oído, Señor, mis oraciones?
¿Por ventura has oído mi clamor?
Pues derrama tus ricas bendiciones;
dame fe y alegría, oh Señor.
No pretendo riquezas con polilla cual
los bienes terrenos que se van;
Quiero, sí, que me des sabiduría,
así como le diste a San Juan.
No pretendo, Señor, cosas terrenas;
No pretendo, mi Dios, más que tu amor;
Que me enseñes las cosas que son buenas,
Que edifican, dan vida y dan valor.Yo no dudo,
Señor, que tú has oído mis humildes querellas,
mi oración; No lo dudo, Señor, porque he creído
Que me has dado tu amor y tu perdón.
Yo ya sé que tú quieres corazones humillados,
sin sombras de maldad; Tú no quieres orgullos
ni pasiones; quieres fe, mansedumbre, paz,
bondad.¡Oh, Señor! tu piedad es infinita; la he
sentido latir dentro mi ser; Aquí estoy a tus pies,
Padre bendito, no permitas que vuelva yo a caer.
Yo no quiero seguir la vieja historia y caer, pues
me has dado tu perdón, Y espero estar contigo
en gloria, disfrutando de eterno galardón.
Si contestas, mi Dios, mis peticiones, no caeré
otra vez dentro del mal; Y yo sé que allá en las
mansiones me veré en tu reino celestial.