Orientar nuestra vida en Dios, significa creer en su palabra y en sus enseñanzas como una verdad absoluta, sin embargo, es imposible agradarle si creemos en el solo por creer y no lo hacemos con fe.
Es por esto que cuando creemos en Dios, debemos construir toda nuestra vida en torno a Él, teniendo una completa confianza en que el nos guiara y recompensara.
Pues el deseo de Dios es que los hombres vivan a su imagen y practiquen la buena voluntad y caridad, porque toda acción tomada por nuestra voluntad al momento de partir hacia Él, seremos juzgados por ellas.
Oración de Reflexión
Porque, Señor, yo te he visto
y quiero volverte a ver
quiero creer.
Te vi, sí, cuando era niño
y en agua me bauticé
y, limpio de culpa vieja,
sin celos te pude ver.
Quiero creer.
Devuélveme aquellas puras
transparencias de aire fiel,
devuélveme aquellas niñas
de aquellos ojos de ayer.
Quiero creer.
Limpia mis ojos cansados,
deslumbrados del cimbel,
lastra de plomo mis párpados
y oscurécemelos bien.
Quiero creer.
Ya todo es sombra y olvido
y abandono de mí ser.
Ponme la venda en los ojos.
Ponme tus manos también.
Quiero creer.
Tú que pusiste en las flores
rocío y debajo miel
filtra en mis secas pupilas
dos gotas frescas de fe.
Quiero creer.
Porque, Señor, yo te he visto
y quiero volverte a ver,
creo en Ti y quiero creer.