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El corderito manso es la representación del cordero que dio su vida por la humanidad, que fue Cristo Jesús. El cordero manso refleja paz, armonía y serenidad, además es de color blanco que refleja pureza. Por otro lado posee una aureola lo que simboliza su nivel de santidad. El corderito manso es el fiel representante de la paz y la quietud. Las oraciones dirigidas al corderito manso se realizan para aquietar el espíritu de personas con un carácter fuerte.
Oración para pedir por el cambio de actitud de un hombre
La siguiente oración esta dirigida al corderito manso para poder clamar el mal carácter de un hombre, y para que pueda cambiar su forma de ser y actuar. Se le pide que ese hombre pueda ser manso, tranquilo y amoroso en todo momento. Por otro lado, se le pide al corderito manso, que ese hombre no pueda sacar a la creyente de su cabeza y pueda regresar tranquilo y amoroso.
¡Oh, Corderito Manso! Yo coloco a tus pies a (mencionar el nombre de la persona) para que intercedas por mí. Tú que conoces los corazones de cada uno de nosotros, a ti me acerco a pedirte con suma confianza, que me ayudes a apaciguar y amasar las debilidades y tentaciones que puedan llegar a aparecer en su camino.Escudriña mi alma y ve que mis intenciones son puras y llenas de amor- Haz que los cinco sentidos de (repite el nombre del individuo), se impregnen de mí. Átalo a mí con tu infinito amor y poder, que piense en mí, que me extrañe y que me añore.
Que cuando yo lo vea, el me vea. Que cuando yo oiga de él, el me oiga. Cuando lo mire a él, el me mire. Que cuando lo toque, el me toque.
Que sus pensamientos y anhelos internos, comprendan que lo amo y que soy la indicada para acompañarlo el resto de su vida. Te lo pido Señor primero en tu nombre y que sea tu voluntad. Amén.
Oración al corderito manso para dominar al esposo
La siguiente oración es una suplica desesperada de una esposa, la cual ve como su esposo se aleja cada día más de ella. Que la trata con desprecio y poco amor. Esta esposa le ruega al corderito manso para que aleje de su esposo todas las tentaciones y malas compañías que lo puedan perjudicar.
Además se le ruega que pueda ayudar a mantenerlo en casa, y al lado de su esposa. Se le pide también que pueda regresar a su casa cada día, y que nada los pueda apartar. También se le pide al corderito manso que pueda iluminar el camino del esposo, para que tome las mejores decisiones
Señor Jesús, ¡Oh, Manso Cordero del Padre! En este momento de desespero y angustia, A ti acudo en mi debilidad, para que intercedas en la situación complicada y gris que se ha presentado en mi vida marital, ya que veo como cada día, son más las conductas extrañas y faltas de amor. Dios mío, observo como mi matrimonio se derrumba, y a ti me dirijo por tu ayuda, tú que nos uniste en santo matrimonio. Te ruego, que, desde tu más puro amor y pureza, se me conceda el poder sujetar fuerte el alma de mi esposo y mantenerla a mi lado, para cuidarla y amarla por el resto de nuestra vida.
Dócil Cordero, aleja del camino de mi esposo todas las malas compañías, negocios diabólicos y tentaciones nocivas que puedan interferir en nuestra familia, tu que todo lo amansas y sometes, entra en su alma, mente y corazón y límpialos.
Hazle ver el camino cierto, regrésalo a su hogar cada día. Que cuando entre sea feliz, que su sonrisa ilumine nuestros corazones, haz que nos ame, que la armonía se sienta, que se enamore más de su labor como esposo y cabeza del hogar.
Te solicito en esta oración, con toda mi esperanza y confianza depositada en ti. Tú que eres el mejor ejemplo de disciplina y obediencia, ya que triunfaste sobre todos y todo sin necesidad de imponerte ni de acusar.
¡Oh, corderito manso! Dejo sobre tu regazo a mi marido y único amor (mencionar su nombre) para que ilumines su trayecto y limpies la vía por donde transita, que escuche mi voz y piense en mi en todo momento. Amén
Oración al corderito manso para calmar al jefe
La siguiente oración es una suplica con mucha fe para que el jefe del creyente pueda cambiar su manera de actuar y expresarse en el trabajo. Se le pide que pueda interceder para que ambas personas puedan limar asperezas y lograr un ambiente laboral armónico. Donde puedan desaparecer todos los sentimientos de envidia, rencor o chismes que pueden estar entre ellos.
Por otro lado, se le pide que el jefe pueda expresarse de una mejor manera, y que pueda tratar al creyente de una forma cortes y sin malas palabras. Por último se le pide fuerza y entereza para enfrentar las situaciones injusta y de incomodidad
Corderito manso, a ti acudo para que puedas hacer valer mis plegarias, aquellas que salen desde el fondo de mi alma, ya que tú eres el gran elegido por Dios para quitar el mal y los pecados del mundo. Con mucha fe y esperanza en mi corazón te ruego que me ayudes a apaciguar a mi jefe y que su carácter ser suavice conmigo. Te pido que intercedas para que nuestra relación laboral y caminos se calmen, que la armonía desate los nudos de odio, conflicto, rivalidad, envidia y otros sentimientos negativos que puedan estar nadando en el mar de nuestro corazón sin saberlo. Tú tienes el poder de escudriñar en lo profundo del alma de cada ser humano del mundo, amansa y aligera los muros de concreto.
Mejora su forma de expresarse, su capacidad de dominarse y hacer daños por medio de palabras y acciones toxicas. Que su accionar esté lleno de tu Santo Espíritu y ejemplo de mansedumbre. Quiébrale los deseos de petulancia y omnipotencia, que como un sumiso cordero actúe y se comporte.
Dame también la fortaleza y la sabiduría de enfrentar las situaciones que me incomodan, y que, a veces no sé llevarlas a término como tu deseas. En este momento de petición, pongo ante ti mi alma, cuerpo y mente, así como también el de mi empleador (menciona su nombre completo), para que de una vez por todas concilies y sometas todo trato tormentoso y la transformes en una relación pacífica y productiva.
¡Oh, grande Señor!, con plena confianza en todos los méritos que conquistaste con tu ejemplo sagrado, espero en tu providencia y te agradezco eternamente por tu infinito amor y justicia. Amén.
Oración al corderito manso para vencer a los enemigos
La siguiente oración al corderito manso es una invocación para que el creyente pueda salir victorioso de las trampas de sus enemigos. Se le pide que pueda calmar las aguas y pueda protegerlo en todo momento de las malas intenciones y los malos comentarios.
También se le ruega que pueda darle fortaleza y fuerza al creyente para enfrentar a sus enemigos y superar las trabas que colocan en su camino. Se le pide que pueda colocar un corazón manso y sereno en el cuerpo de sus enemigos, para que puedan dejarlo en paz
A ti clamo, Cordero de Dios, tú que eres grande y que doblegas las malas intenciones, que eres capaz de calmar la tormenta y aplacar los mares, para que me acompañes y me sujetes en este momento de debilidad tan inmenso, contigo de mi lado nada temeré porque tu poderoso brazo me conducirá por cualquier valle y batalla complicada. Has sido tu quien enfrentó al pecado y saliste triunfador, encaraste a Satanás y lo venciste, con tu amor hacia nosotros te entregaste en la cruz, para redención de nuestras penas y pecados, con tu luz mi camino hacia la victoria es perfecto. Hoy acudo a tu poder incalculable para solicitar tu intersección, que me llenes de fuerza, sabiduría y paciencia para superar las trabas de mis enemigos y todos aquellos que quieren verme caer.
Con tu amor y poder no temo a ninguna fuerza terrenal o espiritual, porque tuya es la sabiduría del hijo y la fuerza del padre. Bendito cordero manso, serena y amansa a mis hostiles adversarios, que me vean y tiemblen, que me señalen y se quiebren sus voluntades, que nunca más vuelvan a dañarme de ninguna forma.
A ti me acojo, a ti me sostengo porque confió en todo momento en tu poder. Purifica mi cuerpo, mente, alma y espíritu y no permitas que nada malo me pase o me afecte. Cúbreme con tu preciosa sangre, que ha vencido hasta los males e iniquidades más implacables.
Hago esta plegaria convencido de ti, con mucha gratitud y fe, para que intervengas en mi necesidad. Te lo pido en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.