Muchos devotos no solo le rezan a Dios sino también a la virgen para que todo les vaya bien durante el día.
Oh, Virgen María, bendita entre las mujeres.
Limpia mi alma y cuerpo mortal de enfermedades.
Si el enemigo me tienta contra ti
y pretende que te mire con enojo,
derrama tu luz
y recuérdanos que Dios es nuestro padre.
Envíame protección de las personas malvadas
y pide al Señor Dios una santa absolución.
Reza por mí en los pasillos de Dios
y protégeme contra todo mal
y las intenciones funestas del enemigo.
Recíbeme en tus brazos, Santa Madre Protectora.
¡Amén!