El hijo de Dios, Jesús, es alguien cuya fama universal continúa creciendo todos los días, debido a su actitud de prestar atención a todo aquel que necesite ser escuchado incluso a aquellos que la sociedad marginaba, es por eso que algunos lo consideran el secretario de Dios.
Por esta razón para convertirnos en secretarios del Señor debemos imitar a Jesús, pues en nuestras manos está la posibilidad de ayudar.
Todos tenemos el poder de evitar que el corazón de muchos se destruya o se rompa en pedazos por culpa del dolor, podemos acompañar a quien este solo, darle una voz a los que han silenciado, todo eso y mucha mas son formas de ayudar al necesitado.
Oración para Dios
Te doy gracias Señor por permitirme ser una profesional y que con mi trabajo pueda sostener a mi familia y sentirme útil en la sociedad, que pueda involucrarme con la prosperidad de los seres que amo.
Dame, ¡oh mi Señor! La paciencia de Job, la sabiduría de Salomón, la discreción de María, la lealtad de Juan Apóstol y la hacendosidad de Martha
Haz Señor que me despierte cada mañana con una amplia sonrisa, dispuesta a comprender el mundo entero. Que no me llamen sólo los trabajos fáciles, pues es tan satisfactorio hacer lo que otros esquivan y asumir nuevos retos, teniendo la oportunidad de aprender.
Permíteme ser Señor, activa sin ser llamativa; recatada sin ser mojigata; correcta, sin ser altiva; elegante, sin llegar a la exageración y arrogancia, alegre y entusiasta.
Señor, te doy gracias por haberme dado una labor que me permita realizarme como mujer, sirviéndote a ti, a mi prójimo, a mi empresa y a mi patria, que no me sienta desvalorada ni menospreciada, pues la función que realizo, aunque no sea siempre reconocida sé que es vital.
Amén