Para alabar al Señor no solamente podemos hacerlo mediante la oración pues El esta en todas partes, cuando nos detenemos a contemplar todo lo que nos rodea, cuando admiramos la vida mientras disfrutamos con cualquier suceso, y además de eso nos sorprende la grandeza de lo cotidiano, empezamos a entender que tan magnánimos es el Altísimo.
Y esta mezcla sensaciones en ocasiones no puede ser expresadas en su totalidad mediante oraciones por lo cual algunas personas recurren a la redacción de poemas para adorar a Dios, a continuación, te presentamos un poema en cuyas palabras se plasma la admiración hacia el
Rey de los Cielos.
Poema para Dios
Sólo el aire, Señor, en torno mío.
Si tu luz inmortal no se cerniera
en el camino eterno de los astros
¿cómo podría yo buscar tu lumbre?
Mas tu luz amenaza o nos derriba
con su rayo potente sobre el suelo.
Con ella nos golpeas en los ojos:
los paraísos caen como frutas.
Para aplacarla hay hombres que te ofrecen
los tiernos hijos suyos como víctimas.
Yo sólo tengo versos, cual un aire
vacío entre los labios tan humanos.
A la deriva voy por los senderos,
encendida de amor como una antorcha.
Pero Tú vas dejando yertamente
la blanca indiferencia de tu huella.
¿Mueve tu mano el aire? ¿Nieblas alza?
¿El rojo corazón convierte en fuego,
perdida chispa tuya en los mortales?
¿Tu creadora estirpe sobrevive?
Sólo el aire, Señor, en torno mío.
Por detrás va tu nube, la morada
de tus altos relámpagos y rayos:
tus luces que amenazan o derriban.