Si alguna vez te sientes solo, desamparado, crees que nadie puede entenderte, debes recordar que Dios jamás se aparte de nuestro lado, no importa cuanto queramos alejarnos de todos y de todo, la presencia del Señor nunca se alejara por más que lo presiones.
Podemos apartarnos de la iglesia, dejar de leer la biblia, dejar de lado la oración para no comunicarnos con Él, pero a pesar de todo eso, Él jamás se alejará de nosotros, por que cuando todas nuestras fuerzas se agoten, cuando ya no tengamos mas esperanzas para vivir, en ese momento Dios nos revelara el camino y nos llenara de fuerzas para continuar.
Quédate con nosotros, amigo fiel y apoyo seguro de
la humanidad en camino por las sendas del tiempo.
Tú, Palabra viviente del Padre, infundes confianza y
esperanza a cuantos buscan el sentido verdadero de su
existencia. Tú, Pan de vida eterna, alimentas al hombre
hambriento de verdad, de libertad, de justicia y de paz.
Quédate con nosotros, Palabra viviente del Padre,
y enséñanos palabras y gestos de paz: paz para la tierra
consagrada por tu sangre y empapada con la sangre de
tantas víctimas inocentes; paz para los Países del Medio
Oriente y África, donde también se sigue derramando
mucha sangre; paz para toda la humanidad, sobre la cual
se cierne siempre el peligro de guerras fratricidas.
Quédate con nosotros, Pan de vida eterna, partido y
distribuido a los comensales: danos también a nosotros
la fuerza de una solidaridad generosa con las multitudes
que, aun hoy, sufren y mueren de miseria y de hambre,
diezmadas por epidemias mortíferas o arruinadas por
enormes catástrofes naturales.
Por la fuerza de tu Resurrección, que ellas participen
igualmente de una vida nueva.
También nosotros, hombres y mujeres del tercer milenio,
tenemos necesidad de Ti, Señor resucitado.
Quédate con nosotros ahora y hasta al fin de los tiempos.
Haz que el progreso material de los pueblos nunca
oscurezca los valores espirituales que son el alma de su
civilización. Ayúdanos, te rogamos, en nuestro camino.
Nosotros creemos en Ti, en Ti esperamos, porque sólo Tú
tienes palabras de vida eterna.
Amen.