Cuanto nos referimos a bajas pasiones estamos hablando de los hábitos que llevan al ser humano a pecar en su vida, y como todo seguidor de Dios tenemos el deseo de vencer estos hábitos, aquí te enseñamos como.
El objetivo de todo devoto de la fe es acercarse a Dios, por esta razón todos los días son una bendición y una oportunidad que el Señor nos ofrece para crecer y ser libres del pecado.
Estas oportunidades se transforman en el campo de batalla de cada uno de una manera completamente distinta en donde lucharemos con nuestras propias pasiones: la codicia, la envidia, la ira, la lujuria, y muchas otras.
Oración de reflexión
¡Oh amado Cristo!,
no tardes, ven en mi ayuda; el enemigo ha
sembrado cizaña en mi corazón, pensamientos
contra la pureza crecen en mi interior,
confundiendo la mala inclinación con admiración,
buscando satisfacer emociones de baja pasión,
a través de una mirada, un pensamiento, una caricia,
que complacen mi concupiscencia de instinto inferior.
¡Oh Señor!,
no tardes, corrige mis pensamientos; bendice mi
mirada, santifica mis manos; dadme la gracia de
tener dominio de mis impulsos íntimos, purifica mi
corazón, edúcame en el respeto del cuerpo humano y
que, por medio de la oración, la fe, el sufrimiento y el
sacrificio; saque provecho de mis debilidades para
fortalecer mi espíritu, ofreciendo un cuerpo puro, santo,
bueno y redimido a través de tu Santísima Pasión.
Amen.