En este mundo existen muchas personas cuyos corazones, mentes y almas se encuentran turbados por los problemas o males que atormentan al mundo y a su ser como personas.
Aunque intenten ocultar este hecho, sus cuerpos los delatan pues se nota en su cara, su manera de hablar, de estas situaciones muchas veces dichos problemas y angustian son graves al punto que está justificada dicha perturbación.
Estas situaciones pueden variar desde cosas materiales hasta espirituales, ya sea problemas monetarios para poder seguir alimentando a la familia, o falta de fe para seguir hablando con Dios.
Pero hay algo que no debemos olvidar, nada de estos problemas turba a Dios.
Oración de Fortaleza
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.