Muchas personas han sido víctimas de las secuelas de los tiempos de crisis transcurridos estos últimos años, las cuales han impactado en las distintas áreas y necesidades de sus vidas, como: la salud, ambiente familiar, su economía y muchas más. Ante la incertidumbre, los primeros centros que postulan su apoyo para las comunidades son las instituciones religiosas. “Las iglesias son hospitales del alma y la fe ayuda a recuperar la esperanza”, comenta el sobre la labor intrínseca de dichos entes altruistas.
En recientes meses, las familias alrededor del mundo que se encontraban en proceso de recuperación han sufrido graves retrocesos y acumularon una gran desilusión debido a la incertidumbre proveniente del estado socioeconómico actual. Igualmente, es importante recalcar que los momentos de crisis no traen consigo únicamente consecuencias en la económica de las familias, sino también afectan la parte psicológica y espiritual de las personas.
Las iglesias como el Centro de Ayuda Cristiano han sido testigos de diversos casos de gran infortunio, donde muchas personas han perdido capacidad adquisitiva y han sufrido un colapso en su sanidad espiritual. Retomando de las dificultades es que los centros de congregación y comunitarios realizan una labor de asistencia valorable con sus programas benéficos para los individuos en peligro de exclusión social.
No obstante, el solo hecho de que un centro o institución religiosa ofrezca ayuda no es suficiente, también debe existir un deseo en la persona vulnerable de querer tomarla. Según el Centro de Ayuda Cristiano, la mayoría de las personas que no se ven inspiradas a solicitar apoyo se debe a que “soportan una «mochila invisible» llena de culpas, dudas, traumas y emociones”.
La mayoría de las iglesias de la comunidad como el Centro de Ayuda Cristiano llevan a cabo múltiples proyectos y actividades para los participantes; entre ellas la distribución de alimentos, la donación de sangre, charlas de sensibilización para mujeres maltratadas, de prevención sobre bandas latinas y proyectos para que estos jóvenes puedan salir de ellas. También median en conflictos familiares, y están a pie de calle en contacto permanente con la sociedad.
Centro de Ayuda Cristiano promueve La reflexión y la acción.
La ayuda social de las iglesias no se extiende solamente a cubrir las necesidades físicas, sociales y económicas de las personas, sino también a enseñar en colaboración una nueva perspectiva de respeto hacia la vida, el honor a la familia, la dignificación a través del trabajo y la defensa del entorno medioambiental. “Una persona con valores espirituales cree en la familia, en el trabajo, en la sociedad y ama la vida”, declara la iglesia del Centro de Ayuda Cristiano como el foco práctico de sus jornadas y reuniones semanales.
Las instituciones religiosas y de apoyo para la comunidad realizan un trabajo auxiliar complementario a las ayudas del Estado cubriendo las necesidades sociales de la sociedad, como por ejemplo en los programas de reinserción de jóvenes expandilleros. En el caso de las sedes como el Centro de Ayuda Cristiano, sus programas son cubiertos con recursos propios donde se pueden beneficiar todos los participantes que lo deseen, independientemente de su origen, edad, credo, nacionalidad o estatus social.